miércoles, 18 de agosto de 2010

adaequatio rei et intellectus

La lucha contra los Media se enmarca, para algunos, en la defensa de una supuesta realidad subyacente contra la irrealidad o virtualidad. Un problema de ajuste de lente, de adecuación entre el objeto y la mente. Sin embargo, esto tiene la sombra de un saber absoluto. Alguien, en algún lado, puede precisar la "cosa" exactamente, de algún modo, y sabe cuánto nuestro intelecto está desviado de ella. Su garante, por supuesto, debe ser Dios.
En esto, inobjetablemente, peronista. La posición de la Presidenta Cristina, del Kirchnerismo, entronca con la raíz católica, con su gnoseología.
En este punto, una diferencia esencial, el simulacro es real en el capitalismo tardío. No esconde otra verdad, no se trasciende, es lo que es, es todo lo que hay. Los Media crean la realidad todo el tiempo, cada segundo. No puede haber mejor argumento a favor de la necesidad de multiplicar las voces y de la ley de medios. Los que miramos al futuro seguimos encontrando grietas y salidas. El peronismo también es un puente tendido sobre el abismo.

martes, 17 de agosto de 2010

Consolatio Philosophiae

La cantidad de energía es constante en el universo, solo se transforma. A veces adquiere la forma de materia y a través de esta, forma un universo. Una y otra vez se transforma, en el infinito del tiempo que es la eternidad y que los hombres no podemos concebir claramente. Destruye y vuelve a crear todo cuanto existe.

En ese juego de combinaciones, ya hemos sido nosotros mismos, quizás, muchas veces. La simple ley de posibilidades nos obliga. Y también hemos sido otros. Todas las posibilidades se han cumplido, el multiverso está aquí mismo dándose. Solo somos un momento de conciencia que en la próxima combinatoria podría no darse, pero indefectiblemente volverá al fin.

Entre esas múltiples combinaciones, en alguna no perdiste lo que tanto has amado. En otra nunca te importó. En otra nunca fuimos nosotros. Pero también, en alguna hemos sido muy muy felices. Y lo volveremos a ser, eventualmente. No importa demasiado, nadie puede tener tanta paciencia. Pero eramos los niños que miraban las estrellas y soñaban, y eso no te lo puede quitar nadie.