Los libros de donde se aprenden esos idiomas revelan siempre la misma sucesión de imágenes para explicar su origen:
Es en esta secuencia deberían llamar la atención las nubes. En occidente, la luna es solo ella. En oriente, al parecer, solo se la puede ver integrada a su entorno. Es decir, el tipo que decidió empezar a escribir, calcó la luna tal y como la veía, con nubes; sin idea platónica de luna. Cuando imaginamos la luna, occidentales y platónicos, la separamos del resto. Los chinos no hicieron esto. Esta diferencia quizás se pueda rastrear como un origen determinantemente distinto para la metafísica. O quizás solo es que descubrieron el opio antes que la geometría...