jueves, 20 de noviembre de 2008

La Gran Divisoria


Se acepta generalmente que la literatura norteamericana se revitalizó cuando el eje de la dicotomía cultural cambió de la linea Mason-Dixon (norte - sur) al cauce del Misissipi(este - oeste). Dicho cambio, impulsado por la victoria del norte industrializado, no tuvo como consecuencia la desaparición de los escritores y las temáticas del sur agrícola, pero sí la transformación de la manera de pensar el país, de una confrontación insoluble a la búsqueda de una posible unidad, la de la Gran Novela Americana.


En la literatura argentina, hablar de la dicotomía cultural, es indudablemente referirse a Sarmiento. Todavía a mediados del siglo XX, Jauretche tenía que combatirlo. Y aún hoy, sus efectos no dejan de sentirse. Es la madre de todas las zonceras y este país no va a encontrar su identidad genuína hasta que no resuelva cómo pensar fuera de ese marco.


No creo que baste con señalar los muchos y groseros errores de Sarmiento. Dado que nuestra vida, en general, no está dominada por el pensamiento conceptual, sino, principalmente, por ese nudo de imágenes, sentimientos y prejuicios que se hunden en la cultura y escapan todo el tiempo a la verbalización.


Nuestra tarea, es escribir eso latente que se opone, no a la civilización tal como la entiende Sarmiento y de él en adelante, escondido y atado a nuestros más oscuros miedos y resentimientos: toda nuestra cultura; sino lo que se opone a esa dicotomía como un todo.


De los laberintos, como dijo el Poeta, se sale hace arriba....

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